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"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos"   SURda

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02-12-2017

Frente al ajuste, ¿qué programa?

SURda

Opinión

Argentina

Rolando Astarita

 

"Todo lleva a la misma conclusión: el programa socialista y la estrategia acorde son claves para el porvenir de las luchas contra el ajuste. La alternativa real para las masas trabajadoras no puede ser sino socialista".

 

Refiriéndose a la concentración en Plaza Congreso del miércoles 29 pasado, el Partido Obrero publicó una editorial que lleva por título “Una movilización importante, pero sin perspectivas” ( http://www.po.org.ar/prensaObrera/1484/politicas/una-movilizacion-importante-pero-sin-perspectivas ).

Coincido con esta caracterización. Los dirigentes Pablo Micheli, Hugo Yasky, Pablo Moyano y Sergio Palazzo criticaron el ajuste –en especial, la baja de las jubilaciones- y la colaboración de los dirigentes de la CGT con los planes del gobierno, pero no ofrecieron una perspectiva. PO lo señala y destaca que no se impulsó un plan de lucha contra la reforma laboral y de las jubilaciones. Pero también, al final de la editorial, se afirma la necesidad de “desarrollar una oposición de clase y socialista frente a la ofensiva capitalista de la que son socios el macrismo, las distintas alas del PJ y la burocracia sindical y frente a la cual el Vaticano opera como factor de contención” (énfasis agregado).

Pues bien, el problema central de la falta de perspectiva, que señala el PO, está precisamente en lo que dice el editorialista sobre el programa en ese final. Más aún, sostengo que la cuestión de convocar a la lucha está subordinada al programa y la estrategia . Por eso, aunque no coincido con la política del trotskismo (se le exige a un gobierno burgués que aplique medidas de transición al socialismo), sí acuerdo en que lo decisivo es la perspectiva estratégica, programática. Es lo que intenté explicar cuando el triunfo electoral de Cambiemos (ver aquí ); o en otros eventos electorales, en los cuales la izquierda quedó muy marginada ( aquí ).

Para “bajar a tierra” la cuestión, veamos un momento las propuestas de las fuerzas mayoritarias que convocaron a la concentración del 29. Su idea rectora es volver a alguna suerte de gobierno kirchnerista. Sin embargo, el kirchnerismo se agotó cuando se acabó la recuperación “automática” de la crisis de 2002 (alta tasa de explotación y brutal ajuste mediante); y cuando se pinchó el boom de los precios de las materias primas. De hecho, la economía argentina se mantuvo estancada durante el último gobierno de Cristina Kirchner (el PBI a finales de 2015 era 0,5% más bajo que a finales de 2011; fuente Indec, precios constantes 2004). Con el agregado de déficits fiscal y de cuenta corriente crecientes, y alta inflación. Por eso, de alguna manera, amplias franjas de la población intuyen que programas al “estilo K” no constituyen una alternativa viable. La situación de Santa Cruz (bajo orientación kirchnerista desde hace décadas) posiblemente refuerce esa impresión. Y por fuera de los partidarios K la propuesta “nac & pop” se acerca al chavismo. Pero no hay manera de que Venezuela chavista entusiasme a las masas trabajadoras; ni es una alternativa progresista para la clase obrera. El voto de sectores populares a Cambiemos, o al “PJ serio”, se nutre de estas experiencias.

Por otra parte, para luchar con convicción es necesaria una perspectiva superadora de lo actual . Esto se ve en la práctica cotidiana de la lucha de clases, nacional o internacional. Por ejemplo, la serie de paros nacionales que lanzó Ubaldini en los 1980 contra los programas económicos de Alfonsín, terminó en la hiperinflación y la frustración del movimiento de masas. El motivo de fondo es que la CGT de aquellos años nunca pudo presentar una alternativa frente a una crisis que se profundizaba día a día. Algo similar ocurrió en Grecia, cuando las movilizaciones contra los programas de ajuste de la UE. Hubo un punto en que se desinflaron, a pesar de la bronca; y la burguesía avanzó con su “ajuste”. Los ejemplos se pueden multiplicar. En general, y como alguna vez observó Marx, es imposible sostener con éxito e indefinidamente una “guerra de guerrillas” sindical, dentro de un encuadre programático burgués reformista. Por otro lado, no es casual que los sindicalistas más consecuentes siempre tienen alguna suerte de perspectiva socialista. Subrayamos entonces que los programas y orientaciones de largo plazo afectan a las luchas y sus dinámicas .

¿Qué salida entonces? ¿Qué ofrecer frente al mensaje (defendido hoy por todo el arco burgués “serio” de Argentina) del capitalista que dice “si no tengo condiciones convenientes para explotar al trabajo, no invierto”? ¿Qué se le opone, desde el reformismo burgués “progre”, a esta lógica despiadada del capital y de la ganancia? La realidad es que nada que no sea alguna forma de kirchnerismo, o chavismo, y para colmo, seniles. La ausencia de un programa de lucha “consecuente” por parte de los líderes reformistas tiene esta causa de fondo. De ahí el palabrerío, tan ampuloso como vacío, cuando se dirigen a las masas trabajadoras. Todo lleva a la misma conclusión: el programa socialista y la estrategia acorde son claves para el porvenir de las luchas contra el ajuste. La alternativa real para las masas trabajadoras no puede ser sino socialista.

Fuente: https://rolandoastarita.blog/2017/12/01/frente-al-ajuste-que-programa/


 
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